A primera hora de la mañana, tras el desayuno, salida hacia la población de Pella. Como capital del Reino Macedonio, Pella fue residencia habitual del Rey, que tenía allí su palacio. Otros edificios de la ciudad macedonia eran el Santuario de Hércules, lugar de reunión del consejo de Macedonia (Sinedrion) y también del Boulefterion donde se reunía el consejo (Vouli). Fue la capital del Imperio Macedonio. En ella, Eurípides estrenó su última obra teatral y Aristóteles impartió sus clases a Alejandro Magno, nacido al igual que su padre Filipo II, en esta ciudad. En el recinto visitaremos los bloques de edificios que se encontraron tras unas importantes excavaciones y en su museo veremos, entre otros hallazgos, unos finos mosaicos de guijarros.
A continuación, nos dirigimos hacia la ciudad de Berea. Aquí llegó San Pablo huyendo de Tesalónica al ser perseguido por la comunidad judía. Destacan las antiguas murallas y sus peculiares iglesias del periodo Byzantino, como el Vima, desde donde predicó el Santo Apóstol.
A continuación, nos dirigimos a Vergina, uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de Grecia. Se trata de una serie de cámaras funerarias pertenecientes a Filipo II, rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno, y a varios miembros de la familia real.
Una de las 3 tumbas estaba intacta, con todo el ajuar funerario y muchos otros objetos, además de los propios enterramientos. En la actualidad esta tumba se considera como el mayor tesoro de la antigüedad después de la de Tutankamon y la del Señor de Sipán. Todos los objetos del ajuar funerario se hallan en el sitio original de la tumba, en el Museo Arqueológico de Vergina, a unos 80 km de Tesalónica.
Entre los objetos del ajuar funerario se encontraron vasos de plata y bronce, una jarra de plata rica y austera, varias vasijas de bronce, armas y armaduras, espada, escudo, casco de hierro, coraza, quijote, grebas (una 3 cm más corta que la otra; se les supone de Filipo, que era ligeramente cojo), cinco cabezas de marfil, de unos 3 cm; una se cree que es retrato de Filipo y otra de Alejandro Magno; restos de un canapé de madera decorado con unas figuras de oro y marfil en relieve y varios objetos de oro, y como curiosidad, una esponja fresca y flexible todavía.
Hallaron un sarcófago de mármol y dentro, dos arquetas de oro. La más grande contenía los restos incinerados de un hombre y una corona funeraria con ornamentación de hojas de roble y bellotas, todo de oro. Pesó, con todo lo que tenía dentro, 10 kg. Su tamaño es de 33x41 cm. Está decorada con un sol, que es el símbolo de los reyes de Macedonia. Los arqueólogos y los historiadores pensaron enseguida que se trataba de la tumba de Filipo de Macedonia y hasta hoy nadie lo ha desmentido.
La segunda arqueta era también de oro y contenía un tejido elaborado en oro y púrpura, del siglo IV a.C., que recubría los huesos calcinados de una mujer. Había también una extraordinaria diadema de oro con adornos en espiral, flores, palmetas, rosas y abejas. Y otra corona funeraria, asimismo de oro, compuesta por hojas de mirto.
La parte superior de la fachada de esta tumba tiene un friso pintado que representa una escena de caza. Es algo desacostumbrado. Hay dos jinetes y se cree que puedan ser Alejandro Magno y su padre Filipo.
Finalizando la visita nos dirigimos hacia la región de Tesalia y la ciudad de Kalambaka (Monasterios de los Meteoros).
Cena y alojamiento en el hotel de Kalambaka.