Viajar a Delos
Viajar a la isla de Delos
ISLA DE DELOS
Las excavaciones en la isla se comenzaron en 1873 a cargo de arqueólogos franceses venidos desde Atenas que se financiaban gracias a las donaciones privadas como la del duque de Loubat entre 1904 y 1914 que propició un gran avance en las excavaciones pero fue a partir de 1982 cuando mayor actividad alcanzaron los esfuerzos de los arqueólogos encabezados por el jefe de la excavación durante 24 años, Panagiotis Hatsidakis, hasta conseguir el aspecto que actualmente se puede admirar y que no es más del 25 por ciento de lo que aún queda por descubrir. En los últimos años la Unión Europea ha aportado fondos destinados para la mejora de los accesos a los distintos monumentos sobre todo para personas discapacitadas.
La fisonomía de Delos es la de un peñasco árido de suaves desniveles y con una elevación máxima de 113 metros en la colina de Cintos. Frente a él, la isla de Rinia, más grande que Delos y dividida en dos partes separadas por un estrecho istmo, era utilizado en la antigüedad como necrópolis, ya que por su carácter sagrado, en Delos no podían ser enterrar los muertos.
LA ISLA SAGRADA
El porqué del carácter sagrado de Delos lo explica la mitología según la cual, en esta isla situada en el corazón del Egeo y a su vez en medio del conjunto de las islas Cycladas, nacieron dos de los dioses más importantes del Panteón griego, Apolo (la luz) y su hermana Artemisa (la luna).
Nunca un alumbramiento fue tan complicado y dificultoso como el de estos dos dioses hijos de Leto, la titánida.
El mujeriego y promiscuo Zeus en esta ocasión se enamora de la hermosa Leto, quien tras sus amores con el dios queda encinta, lo que despierta las iras de Hera, la despechada y sufrida esposa “oficial” del jefe del Olympo. Hera ordena que ninguna tierra acoja a la desdichada Leto cuando llegue el momento del parto e incluso retiene a su lado a Ilítia, la diosa que atendía los partos difíciles, para que nadie ni nada pueda ayudarla.
Llegado el momento y entre dolores, Leto consigue refugio en una pequeña isla flotante, desierta y estéril llamada Ortigia. Esta isla no era otra cosa que su propia hermana Asteria que, habiendo sido acosada también por Zeus, había logró huir transformándose en codorniz y, lanzándose al mar, quedó convertida en una isla. A la sombra de una palmera, único árbol de la isla, Leto sufre los dolores del parto sin lograr alumbrar a sus hijos, hasta que otra diosa, Iris, conmovida por la terrible situación, intercede ante Hera quien acepta un hermoso collar de oro como presente a cambio de dejar ir a la diosa de los partos para que ayude a Leto, quien al fin puede dar a luz a Artemisa, la cual ayuda a su madre en el nacimiento de su hermano Apolo.
La isla Ortigia (conocida también como la isla de las codornices) deja de ser una isla errante y es fijada al fondo marino por cuatro grandes columnas, cambiando desde este momento su nombre por el de Delos, que significa “la brillante”, por haber sido el lugar de nacimiento del dios de la luz, Apolo. Ninguna otra isla podía ser más apropiada ya que al carecer de montañas, bosques y otros elementos que proyectaran sombra, su tierra estaba bañada por la luz desde la salida del sol hasta el ocaso.
Existe otro mito que explica la creación de la isla de Delos, en el que se cuenta que fue Poseidón quien, a instancias de Zeus,hizo aflorar unos pedazos de tierra firme desde el fondo del mar para que Leto pudiera refugiarse. El dios del mar con su tridente saco tres islotes de los que dos forman la isla de Rinia y el tercero sería Delos.
Por esto la isla de Delos ha sido un lugar sagrado desde tiempos remotos y a estado consagrada al culto de Apolo convirtiéndose en centro religioso del mundo griego antiguo.
DELOS EN LA HISTORIA
En el siglo VIII a.C. en Delos se desarrollaban ya solemnes ceremonias y cultos, así como importantes competiciones deportivas cada cinco años en honor al dios Apolo. Durante los dos siguientes siglos se sigue acrecentando la importancia de Delos como centro religioso y político que culmina en el siglo V a.C. Muchos de los restos que hoy en día se pueden admirar en la isla datan de este periodo como la Terraza de los Leonesdedicada a Apolo y mandada construir por los habitantes de la cercana isla de Naxos que en aquella época tenían cierto dominio sobre el Egeo.
Tal era el carácter sagrado que iba adquiriendo la isla de Delos que en el siglo V a.C., en el que la hegemonía del Egeo correspondía a Atenas, se ordenó sacar todas las tumbas de la isla y trasladarlas a la cercana isla de Rinia ya que se consideraba una profanación enterrar en la isla sagrada, hasta los enfermos eran llevados allí hasta que sanaban.
Incluso se prohibió que las mujeres alumbraran en Delos a sus hijos teniendo que trasladarse a Rinia para los partos.
Durante las Guerras Médicas en el siglo V a.C. incluso los persas respetaron la isla de Delos pasando de largo con su flota. La amenaza persa hizo que se formara una confederación o liga de ciudades e islas griegas (llegaron a ser más de doscientas) para hacerle frente, y la sede fue Delos, donde se depositaron durante un tiempo los tesoros de cada una de las ciudades-estado que la componían. Las bases de la Liga de Delos obligaba a cada uno de los miembros a aportar hombres, armas, navíos y dinero para las campañas de guerra y por su parte Atenas se comprometía a organizar y dirigir dichas campañas y a defender a cualquiera de los participantes que lo necesitara. Cuando la hegemonía de Atenas acabo ante el poder de Esparta la Confederación de Delos decayó hasta disolverse definitivamente en el año 338 a.C. en que Atenas fue definitivamente vencida por Filipo de Macedonia en la batalla de Queronea.
Tras la muerte de Alejandro Magno, logró una cierta independencia aunque quedó bajo la jurisdicción de Ptolomeo I de Egipto, uno de los comandantes de Alejandro.
Aún con todo, su importancia no decrecía y seguía siendo lugar sagrado y de culto también para dioses nuevos que se iban asimilando. Durante el siglo II a.C. y dependiendo ya de Roma, Delos llegó a tener unos 30.000 habitantes y por su puerto se estima que se gestionaba el comercio de unas 75.000 toneladas de distintas mercancías al año.
Su decadencia se precipita en el siglo I a.C. cuando otros puerto mediterráneos adquieren mayor importancia y además sufre sucesivos saqueos y ataques durante las Guerras Mitridiáticas entre la república de Roma y Mitridates VI rey del Ponto en Asia Menor, quedando la isla destruida y despoblándose gradualmente hasta que en el siglo VI d.C. queda definitivamente deshabitada.
DELOS EN LA ACTUALIDAD
Desde el siglo XVII viajeros europeos comenzaron a visitar esta pequeña isla atraidos por la fascinación que la cultura clásica producía en las clases cultivadas de los países del viejo continente y no ha cesado en ningún momento hasta nuestros días.
Actualmente la isla de Delos sigue siendo una joya para los amantes de la historia y la arqueología y para cualquiera que sepa leer entre sus piedras su historia que forma parte de la nuestra.
El recinto arqueológico ocupa gran parte de la pequeña isla y se puede visitar en más o menos tiempo dependiendo del tipo de visita que se elija (de 1 hora y media, 3 horas o 5 horas) constituyendo un auténtico museo vivo sobre el emplazamiento original de los restos que se pueden admiran.
Lo primero que se encuentra es el puerto sagrado que recibía a peregrinos, comerciantes, políticos y otras gentes que llegaban a la isla. Cerca se sitúa el antiguo mercado del siglo II a.C. llamado Ágora de los Compitalias (divinidades romanas menores adoradas por los esclavos y libertos). Desde ahí parte una majestuosa vía procesional o camino sagrado de 13 metros de ancho que conducía al Santuario de Apolo en el que se han encontrado los templos dedicados a este dios. La entrada al santuario estaba flanqueada por dos grandiosos pórticos que daban acceso a un complejo de templos y otras edificaciones relacionadas con el culto como un altar de dicado a los sacrificios de animales.
El templo más antiguo es el llamado Pórinos Naos, muy sencillo con sus cuatro columnas mirando al mar. El siguiente templo es el de los Atenienses, construido en mármol del Pentélico en el año 417 a.C. en el que se han hallado numerosos fragmentos de estatuas.
El tercero es el Gran Templo de Delos cuya construcción sufrió muchas vicisitudes derivadas de las guerras que Atenas mantenía. Se comenzó en el 478 a.C. y se continuó casi dos siglos más tarde.
La edificación más antigua de Delos está cerca de la entrada al santuario, es la llamada Casa de los Naxios del siglo VII a.C. que junto con la explanada de los Leones, también mandada construir por los habitantes de la isla de Naxos, dejan constancia de la importancia que tuvieron en Delos en esa época. Estos leones de mármol se han convertido en el símbolo de la isla de Delos y son su monumento más significativo. Están situados en una gran terraza y de los 16 que formaban el conjunto escultórico original actualmente solo quedan cinco y restos de otros tres. Los cinco leones, o más bien leonas, se exhiben en el Museo de Delos y en el exterior se han colocado réplicas exactas que reproducen el emplazamiento original para el que se construyeron con la intención de que protegieran el lago sagrado junto al que nacieron Artemisa y Apolo hoy en día desecado. Uno de los leones originales fue robado como botín de guerra por los venecianos. El estilo de los leones recuerda el arte cicládico por sus estilizadas líneas y por su hieratismo.
Al este del santuario se encuentra una gran construcción alargada del periodo helenístico (final del siglo IV y principios del siglo III) conocida como Santuario de Tauron o de los Toros.
Se cree que sirvió para albergar una nave ofrecida en conmemoración de una victoria naval por el tipo de decoración del edificio basado en temas marinos con nereidas, delfines y monstruos del mar.
Hacia el norte numerosos edificios van sucediéndose, como la Stoa de Antígonos (escuela para impartir conocimientos), los Tesoros (edificios en los que se depositaban las riquezas de distintas ciudades), el pequeño Templo jónico de Artemisa, la Tumba de las Dos Vírgenes, el Litoon, el Mercado de los Italianos (el ágora dedicada a la venta de esclavos, que era un lucrativo comercio para la isla), el Posidón Buritó ( sede de una asociación de mercaderes, banqueros y navegantes de origen fenicio) etc.
Existen también restos de otros templos dedicados a otros dioses griegos como Hera, Dionisio, Afrodita y Hermes y a dioses extranjeros como el Templo de Isis y los de los dioses asirios Atargatis y Hadad.
Los barrios de viviendas se extendían en los alrededores y se han encontrado esplendidos mosaicos en los suelos de algunas casas como la llamada de Dionisio por el tema principal del mosaico que la decora con una figura central del dios con delfines y tridentes. Una de las zonas residenciales más privilegiadas de la época romana era el llamado Barrio del Lago, cercano al Ágora de los Italianos. En este barrio destaca la “ínsula“ (manzana de casas) formada por la Casa de los Actores, decorada con escenas de representaciones teatrales, la Casa del Frontón y la Casa de los Tritones, con mosaicos referentes a esta figura mitológica.
También se han encontrado numerosos edificios de carácter público como el Gimnasio, la Palestra, el Estadio, el Teatro (situado en el barrio más rico y con aforo para 5.000 personas), la Fuente de Minos, enormes cisternas para recoger el agua de lluvia, el Bouleterion (sede del senado de la ciudad), el Pritaneo (donde vivían los magistrados más importantes y sede del archivo de la ciudad),
En el Museo Arqueológico de Delos se exhibe todo lo excavado en los distintos yacimientos de la isla y está considerado como uno de los más importantes de Grecia. Abarca esculturas, vasijas y todo tipo de objetos desde la época arcaica, clásica y helenística hasta la romana.
Delos espera en el epicentro del Mar Egeo para mostrar su sorprendente tesoro de arte e historia viva que transporta a remotos tiempos en los que las inquietudes de las personas no diferían tanto de las actuales, la política, el comercio, la religión y el arte ocupaban la mayor parte del tiempo y los pensamientos de aquellos que habitaban en la isla de Apolo, la isla de la luz. Los primeros asentamientos humanos encontrados en la isla de Delos se remontan al año 3.000 a.C. en que, colonizadores llegados de Caria en la costa de Asia Menor, se instalaron en lo alto de la colina del Cintos buscando un emplazamiento privilegiado que les permitiera controlar los posibles ataques de los piratas que de vez en cuando saqueaban las costas del Egeo. Más tarde llegaron desde el Peloponeso los micénicos que construyeron en el futuro emplazamiento del Templo de Apolo un palacio de estructura parecida al de Micenas y otros edificios, entre ellos lo que parece un alargado templo dedicado a Artemisa.
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