¿Desea explorar un rincón de Grecia que va más allá de los circuitos culturales convencionales?
No se pierda la oportunidad de descubrir el fascinante circuito del Peloponeso, donde la historia y la belleza natural se entrelazan en cada parada.
Comenzaremos en la encantadora Nafplio, una ciudad que desborda historia. Desde ahí, visitaremos las antiguas fortalezas de Tirinto y Micenas, así como el famoso teatro de Epidauro. Continuaremos nuestro viaje hacia Esparta, donde la legendaria historia de los guerreros es palpable.
En los días siguientes, exploraremos la impresionante ciudad medieval de Monemvasia y la región de Mani, famosa por sus paisajes agrestes y su arquitectura única. No podemos olvidar la visita a Kalamata, conocida por sus olivas, antes de adentrarnos en la rica historia de Mesenia y las ruinas de Methoni.
Nuestra aventura continúa hacia el icónico sitio de Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos, y la mística Delfos, donde los oráculos guiaban a los antiguos griegos. Concluiremos el circuito en Atenas, donde podrá maravillarse con la Acrópolis y otros tesoros históricos.
OPERATIVA SOLO PARA GRUPOS CULTURALES BAJO PETICIÓN
PRECIOS VÁLIDOS DE ABRIL A OCTUBRE
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Precios NETOS por PAX en Hab. DOBLE
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EL PAQUETE DE SERVICIOS INCLUYE
El precio incluye:
Traslados privados con asistencia en español, Aeropuerto – Hotel y Hotel – Aeropuerto
Guía oficial en español durante todo el circuito
2 noches en Nafplio en régimen de media pensión
2 noches en Esparta en régimen de media pensión
1 noche en Kalamata en régimen de media pensión
1 noche en Olimpia en régimen de media pensión
1 noche en Delfos en régimen de media pensión
2 noches en Atenas en régimen de alojamiento y desayuno
Sistema de auriculares para la realización de todas las visitas
Seguro de viaje con MAPFRE
El precio no incluye:
Billetes de avión (Por defecto y salvo que nos indique lo contrario, en el presupuesto personalizado que le enviaremos por email si lo solicita, le enviaremos el precio final incluyendo los vuelos desde España)
Almuerzos durante el circuito (se pueden presupuestar por separado)
Entradas a los recintos arqueológicos (se pueden presupuestar por separado)
Tasas turísticas de hoteles en Grecia (se pueden presupuestar por separado)
Gratuidades para acompañantes de grupo
POLÍTICA DE CANCELACIÓN
Si por cualquier razón el grupo deseara cancelar el viaje reservado, el grupo deberá comunicarlo con la máxima antelación y vía email a Grecia Vacaciones, aplicándose los cargos acordes a la política de cancelación indicada en el momento de formalizar la reserva.
En el caso de variaciones significativas del número de participantes, deberá notificarlo por escrito a Grecia Vacaciones con la máxima antelación posible y el precio podrá recalcularse para adaptarse al nuevo número de participantes.
Políticas de cancelación para reservas de grupo: • Serán indicadas en el momento de la confirmación del grupo y dependerán de los servicios reservados, ya que cada uno tendrá una política de cancelación aplicable diferente. Siendo lo menos flexible la política de cancelación/reducción de vuelos y hoteles, y lo más flexible los servicios terrestres como guía, bus, etc.
MUY IMPORTANTE ***Los grupos solo se confirmarán bajo pago previo de un depósito acordado con el gestor del grupo.
Tras el desayuno, en los campos de la Argólida, llenos de naranjos y limoneros visitaremos la antigua ciudad de Tirinto, lugar de nacimiento de Heracles. Tuvo asentamientos desde el Neolítico y alcanzó su cénit entre el 1400 a. C. y el 1200 a. C. Sus elementos más notables fueron su palacio, sus túneles o pasadizos y dos anillos de murallas ciclópeas, sobre todo estas últimas, puesto que le otorgaron a la ciudad el epíteto homérico de Tirinto, la de grandes murallas.
Tras la visita de Tirinto, partiremos hacia Micenas, ciudad homérica de enorme importancia en la antigüedad, testigo mudo de terribles asesinatos y venganzas. La entrada a la Ciudadela Real se efectúa a través de la Puerta de los leones, la muestra más antigua de escultura monumental de Europa. En el interior veremos las Tumbas Reales, el Palacio y el resto de casas de altos dignatarios, así como otras importantes construcciones. Ya fuera de la acrópolis visitaremos la monumental tumba de Agamenón, donde el arqueólogo Heinrich Schliemann descubrió el famoso Tesoro de Atreo.
Después seguimos rumbo hacia Epidauro, santuario originalmente dedicado a Esculapio, dios de la Medicina. Dentro de éste se encuentra un excelente museo y el famoso teatro, que incluso hoy en día nos deja maravillados debido a su impresionante acústica y en el que siguen teniendo lugar representaciones. Se estima que este teatro pudo tener una capacidad de hasta 14.000 espectadores, convirtiéndolo en uno de los teatros antiguos más grandes.
Nafplio, capital de la provincia, una de las ciudades más bellas de Grecia. Nauplio, ubicada a orillas del mar, dominada por dos impresionantes fortalezas, Acronauplio (85 m) y Palamidi (215 m), bellos ejemplos de arquitectura militar de la Edad Moderna. Nauplio conserva el sabor del Mediterráneo oriental junto al ardiente esfuerzo neoclásico y europeizante de la Guerra de Liberación. Bellas casas neoclásicas, hermosas calles y balcones de madera marcan, pues, la fisonomía de la parte antigua de la ciudad.
Nafplio tuvo un primer asentamiento en Neolítico y en la primera parte de la Edad del Bronce. Durante el Heládico Reciente quizá fuera el puerto de Micenas y estuvo poblada durante la Época obscura. A principios del Arcaísmo se constituyó como polis independientes, pero se vio sometida a Argos a finales del siglo VII, que la convirtió en su puerto. En el siglo III se fortificó Acronauplio. La ciudad parece declinar a lo largo de la dominación romana, de modo que en el siglo II d.C. quedó desierta. Quizá comenzara a habitarse de nuevo en los primeros siglos del período bizantino y, desde luego, comenzó a despuntar a partir del siglo XII, momento en el que se volvió a fortificar Acronauplio. Posteriormente la ciudad es un buen ejemplo de las vicisitudes por las que atraviesa el conjunto del Peloponeso.
Ocupada por los francos en 1210, pasa en 1389 a manos venecianas y a partir de 1540 a los turcos. Los venecianos la conquistan en 1686. Durante esta época de dominio veneciano se fortifica Palamidi y, en 1715, Nauplio es ocupada nuevamente por los turcos. Liberada en 1821, se convirtió en la primera capital del Estado griego entre 1829 y 1834. En 1833 Otón I, el primer rey de Grecia desembarcó en Nauplio, hollando por primera vez la sagrada tierra de Grecia.
Además del casco antiguo, destacan la plaza de Syndagma (Constitución), donde se reunió el primer Parlamento de los griegos (1827-1834) en la antigua mezquita de Vuleftikó. Varias iglesias, como la de San Jorge (de finales del XV y principios del XVI) y la Ayios Nikolaos del siglo XVIII y sobre todo su bellísimo puerto con la mole oeste sobre el espigón submarino llamado Porporella, sus cañones venecianos y la isleta de Burtzi, en la bocana, llamado Castel Pasqualigo, construido por los venecianos y modificado en numerosas ocasiones. En sus terrazas puede tomarse un tradicional café frapé y adormecerse en ensoñaciones filhelénicas.
Nafplio está repleta de alegría de vivir. Es la nobleza y la tranquilidad que encontramos en los frescos minoicos; es la plaza de Sintagma, que cada vez parece más hermosa, más atractiva; son los establecimientos del paseo marítimo, los cines al aire libre, los bares y la música que todas las noches une a los hombres con el mar y las estrellas.
Salida hacia Esparta. Cena y alojamiento en el hotel de ESPARTA.
Tras el desayuno salida hacia Mystras. Según se avanza hacia Mystras (a 5Kms de Esparta, que no visitaremos porque no se conserva nada de interés), se siente que se va en peregrinación a la Grecia bizantina. Subiendo la colina, la “Castroporta” (Puerta de castillo) invita al visitante a pasear por las callejuelas de esta fortaleza.
El castillo de Mystras fue construido por los francos en 1249, en su intento de dominar el Peloponeso. Sin embargo, la batalla de Pelagonia (1259), catastrófica para ellos, hizo que pasara a manos griegas.
Lo construyó el príncipe franco Guillermo Villehardouin. Levantó torres para sus caballeros, casas, almacenes y patios. Con el paso del tiempo, se fueron construyendo casas en las laderas, bajo el castillo franco, y de esta forma se creó esta ciudad, cuyo destino era convertirse en el centro de cultura y cuna de la última dinastía de los emperadores bizantinos. Las casas tienen dos o tres plantas, con arcos y arcadas imponentes.
A lo largo de los dos siglos de Mystras como capital bizantina de Peloponeso, se construyeron muchas iglesias y monasterios. El primer monumento importante que se encuentra conforme se sube, es la catedral de Ayios Dimitrios.
En el suelo de la iglesia existe un águila bicéfala, símbolo de la dinastía de los Paleólogos, tallada en una losa. Al lado, el trono esculpido. Los frescos de la catedral muestran un resplandeciente cielo. En un ala de la iglesia se alberga el museo.
Hacia el ángulo norte de Mystras se encuentran las dos impresionantes iglesias de Ayia Zeodori y Panayia Odiguitria, conocida como Afendiko. Cerca de la puerta más alta del castillo, está la iglesia de Ayia Sofia, mientras en la ladera este se encuentra el Monasterio de la Pandanasa.
El Pandanasa, en la actualidad, es un convento de monjas, la única presencia viva de Mystras. Deambulando por las estrechas callecitas de la ciudad muerta llegas finalmente a Perivleptos, un monasterio construido en la roca, con extraordinarios frescos. Aquí comienza la subida al castillo. Por todas partes ruinas, muros caídos y torres con entradas derruidas. En frente, un sendero abrupto lleva a la cima.
La seguridad que daba este castillo permitió a muchos intelectuales, transformar esta ciudad “protegida por Dios” en cuna del Renacimiento. En 1453 los turcos toman Constantinopla y, unos pocos años más tarde (en 1.460), Mystras corre la misma suerte. La brillante capital del Despotado de Morea, se convirtió en un insignificante pueblo.
Por la tarde, visitaremos la bonita ciudad de Monemvasia.
Monemvasia (en griego Μονεμβασiα, también conocido como Malvasía), es un pueblo medieval fortificado, ubicado en una pequeña península de la costa este del Peloponeso. El nombre deriva de dos palabras griegas que significan “entrada única”, en referencia a la lengua de tierra y el puente que unen el promontorio y el continente.
El promontorio rocoso es largo y estrecho, tiene 1,8km de longitud y 300m de altura. El pueblo de Monemvasia está situado en la vertiente sudeste, rodeado por murallas por tres de sus lados, y por la pared del promontorio por el cuarto. Gran parte de los edificios son de construcción antigua, restaurados o sin restaurar. La mayoría de las calles son angostas y tortuosas, aptas solamente para peatones. Hay varias iglesias bizantinas.
Un camino conduce desde la parte superior de la población hasta una fortificación situada en lo alto del promontorio. Se conservan restos de varios edificios, las murallas y una iglesia bizantina en buenas condiciones.
Monemvasia está conectada al continente por un puente que lleva a un pueblo llamado Gefira (a veces denominado Nea Monemvasia).
Salida hacia Esparta. Cena y alojamiento en el hotel de ESPARTA.
Después del desayuno, salida hacia la región de Mani.
La región de Mani de impresionante valor paisajístico destaca por su paisaje desnudo, por sus rocas, muros de piedra y chumberas, por sus pendientes, cabos y golfos desgarrados por el viento y las olas.
De vez en cuando, al borde del mar, brotan algunas pequeñas poblaciones. En lo alto, series de pueblos de montaña. Son famosas las torres maniotas, hechas de piedra. Una torre e inmediatamente después otra y otra. Pasaremos por Gythio, Vathia, Limeni y Areopolis.
Comenzaremos visitando la ciudad de Gythio, un encantador puerto que combina historia y belleza natural. Pasea por el pintoresco puerto, donde los barcos de pescadores y las tabernas ofrecen un ambiente acogedor.
Continuaremos hacia Vathia, un pueblo famoso por sus torres de piedra y su arquitectura tradicional. Este lugar parece detenido en el tiempo. Pasea por sus calles empedradas, explorando las ruinas y disfrutando de las vistas panorámicas de la costa.
Más tarde, nos dirigimos hacia Limeni, un pequeño y pintoresco pueblo costero. Aquí, las aguas turquesas y las casas de piedra crean un escenario de postal.
La última parada será en Areopolis, el corazón cultural de Mani. Se sitúa en una región montañosa y costera del Peloponeso. Este encantador pueblo se caracteriza por su arquitectura tradicional de piedra y sus calles empedradas, que reflejan la rica historia de la zona.
Después del desayuno, salida hacia Mesenia, para visitar las ruinas de la Antigua Mesinia, una ciudad fortificada construida por los ejércitos tebanos, argivos y los exiliados mesenios. El sitio fue elegido por Epaminondas y se extendía sobre la pendiente occidental de la montaña que domina la llanura de Mesenia y culmina en los dos picos de Itome y Eua, el primero servía como acrópolis y fue incluido dentro del sistema de fortificaciones de la ciudad.
La solidez de sus fortificaciones y murallas es tal, que hoy día todavía nos quedan importantes vestigios de su muralla que ejemplifican a la perfección las fortificaciones griegas.
De esta impresionante muralla nos quedan hoy día dos puertas, la del este o puerta de Laconia y la norte o puerta de Arcadia.
Dentro del recinto amurallado podemos identificar el teatro, el estadio, la cámara del consejo, o Buleuterion y el Propylaeum del ágora. Más cercano a la montaña podemos apreciar los cimientos de un pequeño templo.
Seguiremos la visita hacia el templo de Apolo Epicuro.
El Templo de Apolo Epicuro, ubicado en Bassae, es una de las joyas arquitectónicas de la antigua Grecia y un destacado símbolo de la región. Construido en el siglo V a.C. por el arquitecto Ictinos, el templo combina elementos jónicos y dóricos y está situado en un entorno montañoso impresionante. Venerado como un dios de la salud y la medicina, Apolo Epicuro atraía a peregrinos en busca de sanación. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el templo sigue siendo un testimonio de la maestría arquitectónica y artística de la época, así como de la profunda espiritualidad de la cultura griega antigua.
Este templo, experimenta un ligero movimiento cada año debido a un fenómeno conocido como asentamiento del terreno. Este movimiento es resultado de factores como la erosión natural, las condiciones del suelo y el peso de la estructura misma. Para mitigar este efecto y preservar el templo, se han implementado diversas medidas de conservación, incluidas técnicas de ingeniería que ayudan a estabilizar la base del templo. Estos movimientos son monitoreados de cerca por arqueólogos y conservacionistas para asegurar que no comprometan la integridad de este importante sitio histórico.
Después del desayuno, visitaremos el área arqueológica de la Antigua Olimpia. Conocida por la celebración cada cuatro años de los juegos Atléticos más importantes que aún conservan su nombre, los Juegos Olímpicos. Los primeros de los que se tiene constancia son del año 776 a.C., que siguieron celebrándose hasta el siglo IV cuando el emperador Teodosio los abolió.
La reanudación de los juegos ya en la era moderna fue en el año 1896 en Atenas, pero nunca en su cuna, Olimpia. La llama que se mantiene viva durante la celebración de los juegos, siempre se enciende de la forma originaria y solemne en el viejo Santuario de Olimpia recorriendo el mundo hacia la ciudad que los organice.
Olimpia es famosa también por ser un importante centro religioso y por su gigantesca estatua de oro y marfil de Zeus hecha por Fidias, la cual era una de las 7 maravillas del mundo antiguo. Cerca del templo, excavaciones arqueológicas han encontrado el taller de Fidias con numerosas herramientas del escultor.
Los abundantes tesoros acumulados en el templo hicieron que fuera saqueado por los Arcadios. Visitaremos el Pritaneo, el Filipeion, el templo dórico Hereon, dedicado a la diosa Hera, el Pelopio, altar construido en honor a Pélope, de quien tomo nombre el Peloponeso y el templo dórico de Zeus. Fuera del recinto sagrado veremos edificios tales como el Buleuterion, la Palestra, el Gimnasio, los Baños el Estadio y el museo arqueológico de los Juegos Olímpicos.
Después del desayuno visitaremos el área arqueológica de Delfos. El Oráculo de Delfos fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo, que tenía en el centro su templo. El emplazamiento situado en el lugar que ocupaba la antigua ciudad de Delfos (que hoy día ya no existe), al pie del Monte Parnaso, en medio de las montañas de la Fócida.
De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales que formaban distintas fuentes. Una de las fuentes más conocidas era la Fuente de Castalia, rodeada de un bosquecillo de laureles consagrados a Apolo cerca de esta fuente, se reunían algunas diosas menores del canto y la poesía, llamadas Musas, junto con las ninfas de las fuentes. En estas reuniones Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.
El Oráculo de Delfos llegó a ser el centro religioso del mundo helénico. Famoso por su oráculo y las profecías de las Pitonisas que aspirando los vapores que brotaban de unas grietas en la tierra entraban en trance pronunciando el Oráculo Divino. Aquí acudían todos los altos mandatarios de las ciudades (Polis) antes de tomar una decisión importante a pedir consejo de los Dioses.
Una cerca sagrada, llamada Peribola, rodeaba todo el enclave del Santuario. En la esquina sur oriental del recinto comenzaba la Vía Sacra pasando por delante de las pequeñas edificaciones llamadas tesoros, el estadio y diversos monumentos, hasta llegar al Templo del Oráculo, Templo de Apolo.
Los llamados tesoros (θεσαυρυς) eran pequeños templos donde se guardaban los exvotos y las donaciones de las polis que frecuentemente eran muy ricas y valiosas, verdaderas joyas.
En el recinto arqueológico visitaremos el Teatro, el estadio antiguo donde se celebraban los juegos Píticos, el Templo de Apolo y los tesoros de las distintas ciudades.
A continuación, se visitará el magnífico Museo de Delfos, donde se guardan verdaderas maravillas y en especial el famoso Auriga. Después seguiremos el recorrido hacia Atenas.
Tras el desayuno, el guía les recogerá en el hotel para comenzar el recorrido con una visita al Nuevo Museo de la Acrópolis, que se encuentra al pie de esta. Inaugurado en 2009 es una moderna estructura de cristal que contrasta con las obras expuestas en su interior: la preciosa decoración escultórica de los templos de la roca sagrada de la antigua ciudad y esencia de la escultura clásica. Otras obras como estatuas-ofrendas de las épocas arcaica, clásica y helenística, y varios hallazgos procedentes de los santuarios situados a los pies de la colina.
Finalizada la visita del museo y subiendo hacia la Acrópolis para visitar el santuario de la diosa Atenea, patrona de la ciudad en la antigüedad, pasaremos por el antiguo teatro de Dionisio, la cuna de la tragedia, la comedia y el drama, así como por las ruinas del santuario de Esculapio, centro terapéutico de la antigua Atenas.
En la Acrópolis visitaremos las obras maestras del siglo V a.C.: la entrada monumental de los Propileos, el templo de la Atenea Nike, el Erecteion con las estatuas de las Cariátides, y finalmente el Partenón, la obra más emblemática de la antigua ciudad.
Desde lo alto de la colina veremos el odeón romano de Herodes Ático, el monumento a Filopapo, erigido en la cima de la colina de las Musas, así como la Pnyx, la terraza en la que se celebraban las asambleas públicas de la primera democracia directa de la antigüedad, y en la que latía el corazón de la vida política de la ciudad-estado de Atenas.
Tarde libre en Atenas para recorrer sus coloridas calles llenas de floreados edificios, disfrutar de sus tiendas, bares y de toda la vida que ofrece la ciudad.