Viajar a Delfos
Viajar a Delfos
DELFOS
El Oráculo de Delfos fue un gran recinto sagrado dedicado principalmente al dios Apolo, que se situaba en el centro su gran templo, al que acudían los griegos para preguntar a los dioses sobre cuestiones inquietantes. Situado en Grecia, en el emplazamiento de lo que fue la antigua ciudad llamada Delfos (que hoy ya no existe), al pie del monte Parnaso, en medio de las montañas de la Focida, a 700 m sobre el nivel del mar y a 9,5 km de distancia del golfo de Corinto.
De las rocas de la montaña brotaban varios manantiales que formaban distintas fuentes. Una de las fuentes más conocidas desde muy antiguo era la fuente de Castalia, rodeada de un bosquecillo de laureles consagrados a Apolo. La leyenda y la mitología cuentan que en el monte Parnaso, y cerca de esta fuente, se reunían algunas divinidades, diosas menores del canto, la poesía, llamadas musas, junto con las ninfas de las fuentes, llamadas nαyades. En estas reuniones Apolo tocaba la lira y las divinidades cantaban.
El Oráculo de Delfos influyó, en gran manera, en la colonización de las costas del sur de Italia y de Sicilia. Llegó a ser el centro religioso del mundo helénico.
La Focida, o Focia, es una antigua región del centro de Grecia atravesada por el gran macizo del monte Parnaso. En época de la Grecia clásica, una parte de esta región, la situada al pie de dicho monte, tenía el topónimo de Pyto (o Pito), en griego Πυθω. Este lugar es el conocido como Delfos, es decir, Pyto y Delfos son sinónimos.
El puerto de Itea era la puerta al mar más cercano a Delfos.
El nombre de Pito fue tomado de la serpiente Pitón (Πυθων) que vivía en una cueva de estos parajes y a la que el dios Apolo dió muerte para apoderarse de su sabiduría y ser el que presidiera el oráculo.
La mitología cuenta que después de dar muerte a la serpiente, Apolo guardó sus cenizas en un sarcófago y fundó en su honor unos juegos fúnebres que se llamaron Juegos Piticos. Más tarde corrió la leyenda de que ese sarcófago se hallaba enterrado debajo del ónfalos, en el templo de Apolo en Delfos. De este nombre derivó el de Pitia o Pitonisa (Πυθια), nombre que se les fue dando a las mujeres que interpretaban las respuestas, es decir, el oráculo. Al templo de Apolo se le llamaba también Pition (Πυθιoν) y al mismo Apolo en Delfos se le llamó Apolo Pitio.
El topónimo de Delfos viene de Delfine (Δελφινης), que era el nombre del dragón mitológico que custodiaba el oráculo antes de la llegada de Apolo. A partir del siglo IV adC, se le empezó a llamar Pitón en lugar de Delfine, aunque en esencia era el mismo personaje. Son dos fases sucesivas de la leyenda. Siguiendo el topónimo de Delfine, al templo de Apolo se le llamó igualmente Delfinion (Δελφινιoν).
La descripción bastante exacta de cómo fue el recinto sagrado, se conoce gracias a las informaciones de Pausanias en el siglo II adC y a la confirmación de esos escritos hecha por las excavaciones arqueológicas.
Una cerca sagrada, llamada Peribola, rodeaba todo el enclave del santuario. En la esquina sur oriental del recinto comenzaba la Vía Sacra que iba subiendo montaña arriba, serpenteando y pasando por delante de las pequeñas edificaciones llamadas tesoros, pasando también por delante del estadio y de diversos monumentos, hasta llegar al templo del oráculo, templo de Apolo. El peregrino accedía por la puerta principal de esta Vía Sagrada.
Por detrás del santuario existe una gran cuesta que va descendiendo hasta un barranco. En el valle pueden verse los cientos de olivos plantados cuya extensión llega hasta el golfo de Corinto. Se dice que es el mayor olivar del mundo.
TESOROS EN DELFOS
Los llamados tesoros (θεσαυρυς) eran pequeñas capillas donde se guardaban los exvotos y las donaciones que frecuentemente eran muy ricas y valiosas, verdaderas joyas. Se sabe que existían las siguientes capillas:
• Tesoro de Siracusa
• Tesoro de Cirenea
• Tesoro de Cnido
• Tesoro de Sifnos
• Tesoro de Siciσn (muy importante)
• Tesoro de Tebas
• Tesoro de Corinto
• Tesoro de los etruscos
• Tesoro de los atenienses (que es el único restaurado).
En la terraza que se extendía delante del templo de Apolo estaba situado el altar de los sacrificios. Se construyó además un teatro (en el siglo IV) y un estadio con capacidad para 7.000 plazas, para los juegos píticos (este último en el 582 adC). También había un hipódromo, que aún está sin localizar.
Al aire libre, y salpicadas por todo el recinto, se encontraban las estatuas de mármol o de bronce, regalos de reyes o de ciudades, en agradecimiento a los servicios prestados por el oráculo.
Las divinidades
• Apolo Pitio, era el dios principal del santuario. Pero en los meses de invierno tomaba protagonismo el dios Dioniso porque Apolo se marchaba al paraíso septentrional. Por esta razón se hizo una ornamentación distinta en los tímpanos del gran templo. En el tímpano del este se esculpió la triada apolinea (Apolo, Artemisa, y Leto) y en el del oeste, el tiaso, que era la reunión de fieles que celebraban el culto a Dioniso.
• El santuario de Atenea Pronaia, se encontraba en la terraza de Marmaria, hacia la parte de abajo. Pronaia significa “la que está antes del templo”. En esta terraza había dos templos dóricos, uno en honor a Atenea y otro para Artemisa (Diana); estaba también el tesoro eólico (llamado tesoro de Massalia, actual Marsella) y el tesoro dórico. Allí se encontraba, junto con estos edificios, el tholos o rotonda de columnas del siglo IV adC, cuyas ruinas quedan aún en pie.
• Durante el siglo V d.C. se estableció el culto a Asclepio.
ONFALOS
El Onfalos es el ombligo del mundo. La leyenda cuenta que el dios Zeus mandó volar a dos águilas desde dos puntos opuestos del Universo. Las águilas llegaron a encontrarse aquí, en Delfos, donde una piedra cónica, llamada ónfalos, muestra el lugar. La piedra, en forma de medio huevo, fue encontrada durante las excavaciones cerca del templo de Apolo. Estas piedras, representando el ombligo del mundo, eran un símbolo del centro, del lugar donde empezaría la creación del mundo. Al colocarlas en un determinado espacio, lo sacralizaba y lo convertía en el centro religioso. En el caso del ónfalos de Delfos, así fue, y este santuario se convirtió en el ombligo o centro religioso de toda Grecia.
En algunas monedas encontradas en el recinto se puede ver la imagen del ónfalos, esquematizada y representada por un punto en el centro de un círculo. La piedra encontrada se halla expuesta en el museo de Delfos.
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