Viajar a Samos

Viajar a Samos

Viajar a la isla de Samos

ISLA DE SAMOS

Samos pertenece al grupo de islas denominadas del Egeo Norte y junto con Ikaria es la que está situada más al sur. Está muy cerca de la costa turca, frente al cabo de Mykala del que apenas la separan 1,8 km y a la que estaba unida durante el Pleistoceno.

Teniendo en cuenta la pequeña superficie de la mayoría de las islas griegas Samos se puede considerar de las medianas con sus 477 km 2, tiene forma alargada siendo su máxima distancia de 43 km de este a oeste y 13 km de norte a sur. Es una isla montañosa, de hecho esta cruzada por varios macizos rocosos agrupados en dos principales núcleos, uno de ellos culmina en el monte Kerkis con 1434 m de altura y le sigue el monte Ampelos con 1137 m. Ambos son antiguos volcanes, lo que atestigua el origen de la isla aunque no se tengan noticias históricas de ninguna actividad. En el relieve aún se reconocen, a pesar de la erosión, pequeños conos volcánicos. Debido a esta orografía la costa es en gran parte abrupta y rocosa pero se van alternando algunas llanuras en las que se acomodan playas de arena blanca. La mayor llanura de la isla es la de Kampos Choras, situada al s
ur, a lo largo de una abierta bahía que ha acogido navíos de todas las épocas.

La isla de Samos destaca de otras islas del Egeo Norte por su vegetación abundante a pesar del atávico azote de los incendios forestales que de vez en cuando atentan contra sus bosques.

SAMOS EN LA HISTORIA

De acuerdo con las excavaciones arqueológicas se cree que Samos fue habitada hacia el 3000 a. C. en el Neolítico. Desde época muy temprana la isla fue atractiva para pueblos nómadas que buscaban tierras que colonizar como los pelasgos, los llamados pueblos del mar y antecesores de los griegos propiamente dichos. Estos pelasgos instauraron en Samos el culto a su diosa Hera, posiblemente uno de los cultos más antiguos de todo el panteón griego. Con el paso del tiempo llegó a ser la diosa más importante al convertirse en la esposa de Zeus, el jefe de los dioses del Olimpo.

Hacia el siglo X a.C. llegaron los jonios procedentes de Epidauro en la Argólida y fundaron colonias que con el tiempo se adhirieron a la Liga Jónica cuando ésta se fundó en el siglo VII a.C.

Samos surtía de madera, navíos y marineros a la flota de la Dodecápolis Jónica (doce ciudades) y frente a sus costas, en el cabo Mykala de la costa anatolia, se encontraba el centro religioso de la liga, el santuario de Poseidón Heliconio, el dios del mar, como no podía ser de otra manera para una potencia marítima.

Durante las guerras del Peloponeso la isla fue tomada por los espartanos y más tarde llegaron romanos, venecianos y genoveses hasta caer bajo el dominio de los turcos en 1453 como el resto de la región del Egeo Norte.

En 1475 la isla fue asolada por un terrible terremoto que la arrasó quedando desierta. Para repoblarla los otomanos trajeron colonos de toda Grecia que pusieron a los nuevos pueblos los mismos nombres de las ciudades de las que procedían. Bajo el dominio otomano se dió la paradoja en Samos de que para gobernarla el sultán otomano prefirió restablecer el principado que existía en la isla desde el año 1208 nombrando un príncipe cristiano de la familia griega Kopasi en vez de imponer un bey (gobernador turco). Esta dinastía y título se ha mantenido hasta fecha de hoy aunque viven en el exilio en Francia.

Esta especie de autonomía al tener sus propios gobernantes permitió controlar en parte su comercio del tabaco. Esto influyó en la calidad de vida de sus habitantes. Samos jugó un importante papel en la guerra de independencia contra el dominio turco.

Finalmente en 1920 paso a ser territorio griego trás la guerra de los Balcanes.

Pero sin duda el periodo más floreciente y fructífero en la historia de Samos es la segunda parte del siglo VI a.C. La situación era de peligro debido a las amenazas de los persas que ya habían conquistados todas las ciudades griegas de tierra firme en Asia por lo que Polícrates y sus 2 hermanos, pertenecientes a una de las familias aristocráticas de la isla, se hacen con el poder para formar un gobierno fuerte ante los invasores. Una vez en el poder Polícrates se deshizo de sus hermanos y fue nombrado tirano de Samos (gobernante único según el sentido griego de la palabra) llegando a convertir la isla en la potencia marítima más importante del Egeo. Fue un buen gobernante para sus conciudadanos ya que emprendió grandes obras para defender, embellecer y mejorar la ciudad.

Mando construir a su arquitecto Eupalino un acueducto que abasteciera de agua la ciudad. Era en realidad un túnel que traía el agua desde un manantial situado en el monte Ampelos y que a la vez servía de vía de escape de la ciudad en caso de emergencia. Aún quedan restos de esta obra cerca de la fuente y algún tramo del túnel. También ordenó la construcción de un grandioso templo que no pudo terminar dedicado a la diosa Hera, cuando el anterior que era de madera fue destruido en un incendio. Se situó a unos 6 km de Samos, al suroeste y hasta él se accedía por la Vía Sagrada.

Otra de sus obras fueron las murallas de Samos de casi 7 km de largo que fortificaban y defendían la ciudad. Actualmente quedan varios tramos que se pueden ver cerca del monte Ampelos y de Kasteli (el castillo) que unido a las importantes obras de mejora y acondicionamiento del puerto determinaron la importancia marítima de la isla.

SAMOS ILUSTRES

Esta tierra ha dado a la historia personajes que han transcendido su territorio y han dejado su impronta a lo largo de los siglos hasta la actualidad.

Si decimos que “la suma del cuadrado de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa” sabemos que estamos hablando de Pitágoras, el gran matemático que nació en Samos. Fue contemporáneo de Polícrates y se enfrentó a él de manera que se tuvo que refugiar en unas cuevas junto a la costa en las que vivía y daba clases a sus alumnos (hoy en día se pueden visitar pero son de muy difícil acceso).

También es de Samos el gran astrónomo Aristarco que planteó por primera vez un sistema heliocéntrico del universo (centrado en el sol).

En el terreno literario encontramos a Esopo, esclavo de Jadmon de Samos quien le concedió la libertad para que pudiera desarrollar su creatividad literaria basada en la utilización de animales para sus fábulas, cuentos moralizantes que todos hemos leído de pequeños.

Y en filosofía nada menos que Epicuro de Samos. Nació en el 341 a.C. en una colonia ateniense de la isla. Su planteamiento filosófico era el hedonismo racional es decir la búsqueda del placer sin excesos, que hace libre al hombre en contra de la idea del destino predeterminado (que en el mundo griego estaba tan arraigada). Cuestionó los mitos religiosos ya que condicionaban demasiado la vida de los hombres.

También en el terreno artístico destaca esta isla ya que fue uno de los centros de producción del estilo jónico más importantes. Como vemos la contribución samia a nuestra cultura es considerable.

QUE VER EN SAMOS

La capital de la isla se denomina Samos o Vathy, que en realidad es el nombre del puerto alrededor del cual se organiza la principal población de la isla. Está situado al noreste de la isla y se comunica con el resto de Grecia gracias a su aeropuerto y por supuesto por mar. Otros puertos importantes de Samos son Pithagorio y Karlovassi.
La población de Vathy es de unos 9.000 habitantes cuya principal actividad es como en el resto de la isla el turismo, la agricultura y la pesca.
Es una agradable ciudad en la que se mezclan los edificios neoclásicos con otros nuevos, con abundantes instalaciones turísticas como hoteles, restaurantes, tabernas etc. Una de las zonas más animadas es el puerto en el que las calles son estrechas y trepan por la colina con sus fachadas pintadas de animados colores.

Sus museos, el Arqueológico y el Bizantino son muy interesantes, en el primero se albergan valiosas colecciones de distintas épocas obtenidas por arqueólogos alemanes y que se consideran de las mejores de toda Grecia. También es interesante visitar la iglesia de Agios Spiridon (lugar en el que se decidió la adhesión de Samos a territorio griego) y el monasterio de Zoodohou Pigis en las afueras.

A unos 10 km de Vathy se encuentra el pintoresco pueblo de Kokkari rodeado de viñedos, pinos y olivos. En los últimos años se ha convertido en uno de los centros turísticos de la isla más apreciados por sus playas y bellos paisajes.

Al noroeste sitúa la segunda ciudad en tamaño de la isla, Karlovassi con 5.500 habitantes, es un pueblo muy hermoso y típico de Samos sobre todo la parte antigua con sus elegantes mansiones y bellas iglesias que nos hablan de un pasado próspero. Fue aquí donde se publicó el primer periódico de Samos. Muy cerca de Karlovassi a sólo 2 km se encuentra Kosmadi donde están las cuevas en las que se refugió Pitágoras y que más tarde fueron utilizadas por eremitas cristianos.

Quizá uno de los pueblos más bellos de Samos sea Pithagorio (derivado del nombre del famoso matemático) al sureste de la isla. Al pueblo pintoresco de calles estrechas y casas encaladas se añade una bella playa, un puerto deportivo e interesantes restos arqueológicos que visitar: restos de la muralla que defendía el puerto con sus torres, parte del antiguo acueducto de Eupalino, una antigua necrópolis paleocristiana, el monasterio de la Virgen de la Cueva, etc.

Cercano a Pithagorio está el pueblo de Hereo sonde se construyó el gran templo a Hera y del que queda tan solo una columna en pié junto a otras construcciones del periodo romano y paleocristiano.

Las playas son numerosas, algunas minúsculas y otras más grandes pero todas ellas con el encanto de lo auténtico. Lemonakia, Potokaki, Kerveli, Heraion, Psili Ammos, Pythagorio, Mykali, Karlovassi, Kedros, Kokkari…

Se podrían seguir enumerando pueblos, playas y rincones atractivos sin fin pero lo mejor es dejarse llevar. Parar en cualquier rincón que nos apetezca, buscar una taberna junto al mar y probar el vino de Samos, de una variedad propia de la isla que ya desde antiguo se exportaba al resto de Grecia y al mundo. Un vino peculiar como esta tierra que aunque a Estrabón (el historiador y geógrafo griego del siglo I a.C.) no le pareciera el mejor del mundo tiene el carácter propio de este rincón del Egeo.

Limnos, la gran desconocida, os espera…

TABERNAS Y RESTAURANTES EN LA ISLA DE SAMOS:

Nuestra recomendación para disfrutar de las mejores comidas en las tabernas y restaurantes de Samos:

  • Orizontas Restaurant
    Platanos 832 00, Grecia
    +30 2273 039457
  • AAA
    PlatanakiaAgios Konstantinos 83200, Grecia
    +30 2273 094472
  • Stella
    Balos BeachOrmos Koumeikon 831 04, Grecia
    +30 694 753 5325
  • To Magazaki pou Legame
    Vasileiou KalymnouMitilinii 831 01, Grecia
    +30 2273 051264
  • Taverna Kamara
    KambosMarathokampos 83102, Grecia
    +30 694 529 7831

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